Hay sabores que quedan anclados, no se muy bien si se quedan en la mente o en el alma. Hay sabores que son parte de tu vida, de tu infancia de tus recuerdos. Hay sabores a mamá, a ese cariño inigualable, casi puedes experimentarlos y sentirlos de nuevo aunque ya no sea posible tenerlos de nuevo al menos desde tu casa. Y es que no puedo olvidarme de las galletas de nata que hacía mi madre cuando la leche tenía su nata, la hervía y la iba guardando para hacer las mejores galletas que he comido en mi vida, daría mi reino por un par de ellas ahora mismo, aunque mi reino no tiene nada... Pero si lo tuviese, también lo daría. Y me puse a hacer galletas con nata, pero no tienen nada que ver con aquellas, están buenas pero no son lo mismo, ni siquiera se aproximan al sabor... ¿Qué le vamos a hacer? Ingredientes: - 100 ml de Crème Fraîche - 150 ml de nata para postres - 200 gr de azúcar glas - 2 yemas de huevo - 400 gr de harina Elaboración: * En un recipiente
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